La jornada fue marcada por llamados oficiales a la unidad nacional y a la reconstrucción tras años de conflicto.
El presidente transicional Ahmed Al-Shara participó en la oración del amanecer en la histórica Mezquita Omeya y dirigió un breve mensaje a la nación, en el cual reafirmó el compromiso gubernamental con la estabilidad y el desarrollo.
El mandatario subrayó que la etapa actual requiere la participación de todas las regiones de Siria. “De norte a sur y de este a oeste, reconstruiremos una Siria fuerte y digna de su presente y su pasado”, añadió.
El jefe de Estado sostuvo que la reconstrucción deberá priorizar a los sectores más vulnerables y orientarse hacia la consolidación de la justicia y la igualdad entre los ciudadanos.
Desde horas tempranas, los minaretes de Damasco resonaron con takbirs de gratitud, marcando el inicio de las celebraciones conmemorativas. Multitudes acudieron a las principales mezquitas donde los imanes destacaron que la etapa de reconstrucción es tan decisiva como el cambio que presenció el país.
En sus sermones, los líderes religiosos instaron a la ciudadanía a mantener la unidad y a trabajar de manera conjunta para afianzar los logros alcanzados, mientras que otras mezquitas de la capital enfatizaron la necesidad de fortalecer la estabilidad y participar activamente en la recuperación nacional.
Tras la oración, cientos de miles de ciudadanos se movilizaron espontáneamente hacia plazas y avenidas, coreando consignas y expresando su alegría por el aniversario.
Aunque la mayoría de las provincias del país presenciaron masivas concentraciones celebrando el aniversario de la caída del gobierno de Bashar Al-Assad, las celebraciones se ausentaron en las regiones habitadas por las minorísa alauita y drusa que sufrieron jornadas de violencia durante el año en curso.
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