A través de su perfil en la red social Telegram, el mandatario expresó preocupación, transmitió condolencias a las familias de las víctimas y advirtió que la violencia amenaza los avances logrados en la estabilización de las relaciones bilaterales.
El estadista recordó que ambos países son miembros clave de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean) y los instó a ejercer moderación, mantener abiertos los canales de comunicación y aprovechar los mecanismos regionales de diálogo.
También, subrayó que Malasia está dispuesta a apoyar iniciativas que contribuyan a restablecer la calma y evitar nuevos incidentes.
Al decir de Anwar, el sudeste asiático no puede permitir que disputas históricas se transformen en ciclos de confrontación.
Según opinó, la prioridad inmediata es detener los combates, proteger a la población civil y retomar la vía diplomática bajo el marco del derecho internacional y el espíritu de vecindad que sustenta la Asean.
Camboya y Tailandia se acusan mutuamente de haber violado el alto el fuego alcanzado en Malasia el 28 de julio, luego de cinco días de confrontaciones que dejaron decenas de muertos y provocaron el desplazamiento de cientos de miles de personas en la zona fronteriza.
Tailandia bombardeó este lunes posiciones militares en Camboya después de acusar a las tropas del vecino país de abrir fuego en la frontera contra soldados tailandeses con el saldo de un muerto y cuatro heridos.
El portavoz militar tailandés, Winthai Suvaree, confirmó el empleo de aviones F-16 para “repeler las acciones” de Camboya, mientras el gobierno de esa nación niega cualquier agresión de su parte.
La disputa territorial combina elementos históricos no resueltos pues la frontera entre Tailandia y Camboya fue cartografiada por Francia en 1907 (época colonial), pero sigue teniendo distintas áreas sin demarcar, que han propiciado enfrentamientos a lo largo de los años.
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