El mandatario sostuvo que el documento, conciliado bajo la mediación de Estados Unidos, no vulnera la soberanía de la RDC, “no valida las reivindicaciones territoriales de nadie”, no implica la venta de los recursos congoleños ni otorga amnistía por delitos.

Prometió que el país continuará en la búsqueda de justicia y se comprometió a apoyar a los desplazados por la violencia, a la vez que acusó a Kigali de violar lo pactado el jueves 4 de diciembre en Washington.

Tshisekedi señaló que Ruanda transgredió deliberadamente el alto el fuego al bombardear, desde la ciudad ruandesa de Bugarama, varias aldeas y pueblos de la provincia de Kivu Sur, entre ellos Kaziba, Katokota y Lubarika, causando importantes daños materiales y pérdidas de vidas.

El presidente recordó que el acuerdo exige la retirada inmediata de las tropas ruandesas del este de la RDC; el desmantelamiento de los grupos armados extranjeros, incluidas las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), y el establecimiento de un mecanismo de seguridad conjunto para supervisar la implementación.

A pesar de ello y a sólo unos días de la rúbrica, en el terreno no se muestra la misma voluntad de alcanzar la paz, ante lo cual, no obstante, reafirmó el compromiso de su país de respetar el instrumento.

Nos mantendremos vigilantes, con visión de futuro, pero con un optimismo decidido, aseguró Tshisekedi, que igualmente ratificó la fe en el camino diplomático, sin renunciar a la soberanía nacional ni a la seguridad de los ciudadanos.

El mandatario se refirió, asimismo, a la complejidad del conflicto, en tanto la apetencia por los minerales estratégicos que posee el país está entre las causas que provocan estas confrontaciones.

“No nos enfrentamos a un simple conflicto intercomunitario ni a una guerra civil. No nos enfrentamos a una simple rebelión interna. Se trata de una guerra de agresión indirecta que pretende desafiar nuestra soberanía sobre una zona altamente estratégica, rica en minerales críticos y con un potencial económico decisivo”, remarcó.

jha/kmg