El experto señaló que las llamadas primarias en las que ayer fueron elegidos los candidatos, casi todos, por delegados de cada organización -no todos son partidos, la mayoría son agrupaciones creadas o reactivadas para la ocasión- muestran “una realidad desalentadora”.
Aseveró que esa es “la consecuencia de una práctica poco democrática y de una legislación ineficaz que privilegia la selección de candidatos en manos de muy pocos”.
Tuesta se refirió así a las virtuales mutilaciones que desfiguraron la reforma electoral de 2019, que estableció la elección de candidatos de cada partido en Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
El parlamento de mayoría conservadora eliminó las PASO en 2022 y estableció la modalidad de que cada partido escoja entre las elecciones abiertas, entre militantes y seguidores; directas (solo militantes) o mediante delegados.
El resultado fue que casi todas las fuerzas habilitadas para los comicios del año próximo escogieron asignar la facultad a los delegados, sin obligación de someterse a la supervisión de los organismos electorales, a los candidatos a la presidencia, las vicepresidencias y las cámaras de senadores y diputados.
Tuesta, ex jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) señaló el hecho de que solo dos partidos, de los tradicionales, el Aprista y Acción Popular (AP), nominaron a sus postulantes entre sus militantes.
En el caso de AP, se ha desatado un grave problema, pues la dirigencia partidaria denuncia que los resultados de la elección de delegados fueron alterados reemplazando parte de los que votaron por el titular del partido, Julio Chávez, ganador de la elección, por delegados al servicio del conservador Alfredo Barnechen.
El problema deberá abordarlo el Jurado (Corte) Nacional de Elecciones (JNE), pero poco podrá hacer, pues la elección de ayer no puede repetirse, ni siquiera para que los delegados reales -según los denunciantes- designen a Chávez, según la ley electoral.
Por otra parte, en la jornada de ayer dejó como saldo un insólito empate, entre los precandidatos Jorge Nieto y Antonio Ortiz, del partido Salvemos, pues cada uno obtuvo ocho votos de los delegados y la ONPE adelantó que habrá un sorteo para decidir cual de ambos es el nominado.
La falta de exigencia en el número de delegados permitió que la cifra de los acreditados de cada partido oscile entre tres, de la Alianza Fuerza y Libertad (derechista) y 105 de Fuerza Popular (neoliberal).
“En un sistema saturado de organizaciones sin vida interna, insistir en primarias que no generan competencia ni participación solo prolonga la ficción de que existen partidos reales”, comentó Tuesta.
jha/mrs





