En el Hemiciclo del Palacio Borbón, 247 diputados votaron a favor del proyecto y 234 lo rechazaron, poniendo fin al suspenso de los últimos días en torno al texto, que incluye la suspensión hasta enero del 2028 de la reforma de la jubilación y el aumento de la edad de retiro de 62 a 64 años.

Esta concesión de Lecornu a los socialistas volvió a ser clave, ya que ese partido respaldó la iniciativa en la cámara baja, lo cual inclinó el sufragio hacia la aprobación de los gastos y los ingresos en materia de seguridad social.

Sin sorpresas, La Francia Insumisa y Agrupación Nacional, fuerzas identificadas con la izquierda radical y la extrema derecha, respectivamente, se opusieron al proyecto de ley. Además de los socialistas, diputados del oficialismo y centristas dieron el sí, con varias reacciones inmediatas tras el voto.

El primer ministro saludó la adopción de la Ley de Financiación de la Seguridad Social, la que calificó de fruto de «una mayoría responsable en función del interés general».

Por su parte, la jefa de la bancada de los insumisos en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot, acusó a los socialistas de salvar con su postura al presidente Emmanuel Macron.

Desde la izquierda denunciaron el proyecto como un ataque a la seguridad social, mientras que los conservadores consideraron que «pone a los franceses contra el muro» y la extrema derecha lo rechazó porque no tiene «suficientes ahorros».

En los próximos días la Asamblea votará el proyecto de Ley de Financiación del Estado.

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