De ese total, dos millones 695 mil 287 son de bosque latifoliado, detalló el estudio realizado por el Instituto Nacional de Bosques y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas, con la colaboración de entidades gubernamentales, sector privado, sociedad civil y academia.
Correspondieron al mixto (798 mil 230), coníferas (153 mil 506), seco (222 mil 132), y las plantaciones forestales (230 mil 883 hectáreas, el dos por ciento de la superficie del país), amplió el instrumento.
Estimó que en tierras boscosas y árboles en otros usos se almacenan 415,2 millones de toneladas de carbono en biomasa aérea, subterránea, madera muerta y hojarasca.
El coordinador nacional del Programa AIM4Forests en la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), Eliseo Gálvez, subrayó el valor del trabajo colectivo y el compromiso local en la gestión sostenible de los bosques.
Reafirmó la disposición de esa institución internacional con el Gobierno de Guatemala para continuar fortaleciendo los esfuerzos y armonizar los criterios técnicos que mejoren la recopilación de información.
Gálvez calificó de fundamental la labor materializada para promover políticas de conservación, enfrentar el cambio climático y promover la inclusión de comunidades chapinas como en la restauración de estos recursos.
El segundo inventario forestal recopiló sobre superficie de cobertura forestal y otros usos de la tierra, índices de biodiversidad de las especies encontradas, volumen de madera, entre otras variables de un muestreo de 2021 al 2024.
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