Un área específica de desarrollo social recuperó desde 2024 y revisó un proceso de actualización que estaba detenido, para brindar nuevas oportunidades de participación y atención integral a más de seis millones de personas (de 18 de 30 años), detalló propio Ejecutivo.

La política se concibió con un enfoque intersectorial y territorial y va dirigida a articular distintas instituciones del Estado (no solo un ministerio) y considerar las diversidades del país, ampliaron analistas.

Abriría –añadieron- espacios reales de participación política, social y comunitaria para jóvenes, lo que contribuiría a su empoderamiento, visibilidad y protagonismo en decisiones nacionales.

Al unir ámbitos como salud, educación, empleo y cultura, ofrece una mirada holística del desarrollo, no solo al ver a jóvenes como “estudiantes” o “futuros trabajadores”, sino como ciudadanos plenos, subrayaron.

Entre los pilares clave anunciados figura la prevención de la violencia, por reducir factores de riesgo (a nivel individual, comunitario, social) y promover una cultura de paz.

Uno enfocado en generar oportunidades para que la juventud acceda a espacios culturales, recreativos y deportivos, así como otro para garantizar educación de calidad, inclusiva y con pertinencia (lingüística), sin discriminación.

También un eje por potenciar el acceso de este grupo a la ciencia, tecnología y recursos de comunicación/innovación.

Además, el de salud integral, con énfasis en la mental, sexual y reproductiva, atención diferenciada y bienestar psicosocial.

La vicepresidenta de Guatemala, Karin Herrera, encabezó diferentes reuniones del Gabinete Específico de Desarrollo Social, que junto con el Consejo Nacional de la Juventud avanzó en la iniciativa, incluido el diseño del plan de implementación de su contenido.

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