El proyecto naufragó en el referido comité con nueve votos en contra y cuatro a favor, lo cual significa que el presupuesto de 2026 prescindirá de 16 billones de pesos (poco más de cuatro mil millones de dólares al cambio actual) que el Ejecutivo esperaba poder recaudar mediante una reforma tributaria.
Según planteó el mandatario en un mensaje divulgado en su cuenta de la red social X, “nadie cuerdo puede decir que ante un déficit no se debe obtener más recursos de una economía que está boyante y de unos megarricos que han duplicado sus utilidades gracias al encarecimiento de la deuda pública”.
Estimó que solo se necesitaba que una parte de esas utilidades se devolvieran a la nación. pero que “el egoísmo social es tan grande que no quieren perder un peso de su riqueza”.
El hundimiento de la ley, a su juicio, atentará contra las clases más empobrecidas como los pueblos negros e indígenas.
“Si la crisis no la pagan los ricos la pagarán los pobres, mientras nosotros seamos gobierno no dejaremos que la paguen los pobres, punto. Las consecuencias imprevisibles comienzan a verse desde el día de hoy”, sentenció.
El ministro de Hacienda, Germán Ávila, declaró por su parte que la decisión de nueve senadores desconoce lo aprobado por las mayorías.
Aseguró asimismo que se evaluarán otras medidas para mantener la estabilidad fiscal y asegurar proyectos sociales.
La Ley de Financiamiento para el presupuesto 2026 en Colombia buscaba recaudar ingresos adicionales para financiar inversión social (salud, educación) y programas prioritarios descritos en el Programa Nacional de Desarrollo.
La intención era gravar a los sectores de mayores ingresos, consumos nocivos (alcohol y tabaco), y buscaba desestimular la producción y consumo de los combustibles fósiles, de acuerdo con las declaraciones de Ávila.
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