Además de la zona caribeña, el Pacífico Central, Micronesia y Palaos se encuentran en situación de gran vulnerabilidad y enfrentan la futura pérdida de territorio ante el océano, de acuerdo con esta investigación citada por el portal Meteored.
Se trata de un estudio global que combina modelos de hielo, océano y atmósfera para mostrar cómo el deshielo antártico afectará en los próximos años de manera desigual al nivel del mar.
El mapeo revela que el mayor aumento causado por el derretimiento en la Antártida, proyectado para el año 2200 —hasta 4,3 metros en escenarios extremos—, ocurrirá en zonas alejadas de la Antártida, especialmente en el Pacífico y el Atlántico.
Estas regiones albergan algunas de las comunidades más vulnerables del planeta, incluyendo pequeñas naciones insulares, de las cuales los autores destacan que están en delicada situación a pesar de tener poca responsabilidad en la crisis climática.
De acuerdo con los investigadores, proteger a estas poblaciones requiere recortes de emisiones de gases contaminantes mucho más rápidos y profundos que los que permiten los compromisos actuales de los países.
A gran escala, alertan que la región de la Antártida contiene suficiente hielo como para elevar el nivel del mar en unos 58 metros, un potencial capaz de redefinir los límites costeros, amenazar las economías y forzar la migración de millones de personas.
Según reseña Meteored, la intensidad del deshielo depende directamente del calentamiento global, que, a su vez, está vinculado a las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por acciones humanas.
También el estudio muestra que, con emisiones moderadas, el deshielo antártico podría elevar el nivel del mar unos 10 centímetros para 2100, alcanzando un metro para 2200, considerando solo la Antártida.
Subrayan los científicos la importancia de las decisiones acertadas que se puedan tomar ahora a fin de evitar situaciones límite para millones de personas como consecuencia de la elevación del nivel del mar.
Consideran que en condiciones de cambio climático y calentamiento global, el derretimiento antártico podría determinar el futuro del planeta.
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