Esta es una práctica con más de dos siglos de historia en el país gracias a la labor de familias o pequeñas comunidades que se trasladan constantemente y llevan el espectáculo hasta los rincones más apartados.
Los integrantes hacen de la carpa un modo de vida y mantienen sus propias tradiciones, entre ellas que cada uno realiza una gran variedad de funciones, como acróbatas, payasos, malabaristas, maestros de ceremonia o técnicos.

Es una gran noticia para Chile, aseguró la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo, y señaló que el Circo de Tradición Familiar forma parte de la identidad y patrimonio nacional.
Además de cautivar a muchas generaciones, cumple un papel fundamental en la democratización y descentralización de la participación cultural y es una de las manifestaciones artísticas más populares y queridas del país, agregó la funcionaria.
Al presentar la postulación ante la Unesco, el Estado de Chile hizo el compromiso de desarrollar un plan de salvaguarda que incluye medidas de protección laboral.
También fortalecerá a sindicatos y asociaciones circenses, creará un archivo nacional de esta tradición y favorecerá programas de formación para niños y jóvenes con el fin de garantizar su preservación y transmisión.
La inclusión del Circo de Tradición Familiar en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ocurrió este miércoles, durante la vigésima reunión del Comité Intergubernamental que se celebra en Nueva Delhi, India.
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