el resultado de una investigación que se remonta a mayo último, cuando por la frontera del Chuy (con Brasil) ingresaron al país de contrabando productos utilizados para producir hachis, una droga que se deriva en la resina del cannabis.
Labores de inteligencia llevaron a la policía a una finca en San José, donde hallaron un laboratorio casero de producción de hachis.
En el sitio fueron ocupados tres toneladas de marihuana y 45 kilogramos de hachis.
Otros allanamientos en áreas rurales de Canelones permitieron la incautación de más de tres toneladas de marihuana.
La policía estima que parte de la droga iba a ser enviada a Brasil.
«Es un nuevo golpe que se da, en este caso a la producción de estupefacientes dentro del territorio nacional. Estamos pegando al crimen organizado donde más duele, es decir, el dinero, las grandes importaciones y la ruta de ese dinero», celebró el ministro del Interior, Carlos Negro.
Dos uruguayos y dos brasileños fueron detenidos y condenados mediante juicio abreviado.
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