La nueva conmemoración, afirman, se da en un contexto marcado por el negacionismo, que minimiza el régimen militar (1973-1990) y sus crímenes que horrorizaron a la humanidad, debilitando la memoria y reinstalando la lógica de la impunidad.
Además, ocurre en un momento de definiciones políticas clave, a las puertas de una elección donde una opción presidencial pone en riesgo la garantía de derechos fundamentales y abre las puertas a un retroceso.
En su proclama, los partidos afirman que “la defensa de los derechos humanos es inseparable de la defensa de la democracia”, pues esta debe asegurar no solo la garantía de votar y participar, sino la de vivir sin miedo y estar protegidos frente a toda forma de abuso.
Por eso, rechazan cualquier intento de equiparar víctimas y victimarios, o de presentar la represión como una vía para solucionar los conflictos sociales.
“En este 10 de diciembre, reiteramos nuestro compromiso con un Nunca Más con verdad y justicia, con una democracia plena y la construcción de un país donde la dignidad no sea un privilegio de unos pocos, sino un derecho efectivo de todos”, indica el documento.
La proclama está firmada por los partidos Comunista, Socialista, Acción Humanista, Frente Amplio, Por la Democracia, Federación Regionalista Verde Social y Demócrata Cristiano.
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