Por Carmen Esquivel
La misiva, dirigida al embajador Brandon Judd, denuncia que el despliegue naval en el Caribe, los ataques contra embarcaciones y la autorización de operaciones encubiertas en Venezuela constituyen una violación del derecho internacional y del derecho de los pueblos a la autodeterminación.
Hoy 10 de diciembre, día en que se conmemoran 77 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, venimos a solidarizarnos con las hermanas repúblicas de Cuba y Venezuela, señala la misiva.
El presidente de la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), Ricardo Maldonado, consideró preocupante la posibilidad de una invasión contra la nación bolivariana con el pretexto de combatir el narcotráfico, cuando todos saben que el objetivo es apoderarse del petróleo.

Como clase trabajadora nos preocupa también lo que pasa con nuestros hermanos en otros países, dijo a Prensa Latina.
Luis Yevenez, máximo dirigente de la Central Clasista de Trabajadores, expresó que el presidente Donald Trump busca cualquier excusa para intervenir.
Advirtió que Washington dice estar en la lucha contra el narcotráfico y, sin embargo, indultó al exmandatario hondureño Juan Orlando Hernández, condenado por trasiego de drogas.
La carta entregada en la embajada de Estados Unidos está firmada por la CAT, la Central Clasista, el coordinador de la Federación Sindical Mundial, la Federación Unitaria del Transporte, Puertos, Pesca y Comunicación en América, y otras organizaciones sindicales y movimientos políticos.
El texto denuncia, además, la guerra arancelaria de Estados Unidos contra los países de la región, las presiones a Brasil por el juicio a Jair Bolsonaro y la injerencia en las recientes elecciones en Argentina.
Condena, asimismo, la intromisión en el proceso electoral de Chile, al manifestar su inclinación por el candidato José Antonio Kast.
“Estas declaraciones evocan la historia de intervencionismo que
culminó en el golpe contra el presidente constitucional Salvador Allende en 1973”, recuerda la carta.
ro/car





