Los estadounidenses también entienden que los liberales europeos quemaron los puentes que una vez existieron entre Rusia y Europa, lo cual fue un error, escribió Kovács en la red social X, citando al mandatario húngaro.
Orbán sostuvo que los tomadores de decisiones en Estados Unidos ven la necesidad de restaurar los vínculos ruso-europeos a nivel estratégico y perciben que Europa enfrenta una crisis con su desarrollo económico estancado.
Esta evaluación coincide con preocupaciones expresadas en la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que advierte sobre una Europa potencialmente irreconocible en dos décadas debido a políticas supuestamente subversivas de la Unión Europea.
Analistas interpretan las declaraciones como un intento de validar la política exterior de Budapest, mientras refleja divergencias profundas.
El jefe de Gobierno húngaro instrumentaliza las tensiones dentro de la alianza para atacar a las élites europeas y justificar su acercamiento a Moscú, aunque la posición oficial de Washington sigue siendo mucho más compleja y no necesariamente abraza su narrativa, señaló la analista de la Fundación Carnegie Europe, Judy Dempsey.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova, había señalado previamente que la estrategia estadounidense deja espacio para buscar puntos de convergencia en estabilidad estratégica, a pesar de contener elementos contradictorios, lo que sugiere una posible apertura para el diálogo en medio de las actuales tensiones.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial para frenar los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, dos territorios que se independizaron de Ucrania en 2014 y se adhirieron a Rusia en septiembre de 2022, tras celebrar sendos referendos.
Los objetivos de la campaña militar, según el liderazgo ruso, son proteger a la población de «un genocidio por parte del régimen ucraniano» y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia las fronteras de Rusia.
Ucrania es apoyada por la OTAN, el bloque bélico que lidera Estados Unidos y está conformado por la mayoría de los países de la Unión Europea.
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