Hungría mantiene de manera consistente su postura: no apoyamos la membresía de Kiev en la UE ni facilitamos la transferencia de fondos a Ucrania, declaró el funcionario, al tildar el encuentro de «espectáculo político» en el que su Gobierno no desea participar.

La reunión ministerial informal, que se celebra este jueves en la ciudad ucraniana de Lviv, busca discutir el lanzamiento de las negociaciones de adhesión, un proceso que la comunidad no ha podido iniciar desde 2024 debido precisamente al veto húngaro.

Analistas locales interpretan la medida como una reafirmación de la política de veto de Budapest y la profundización de la crisis interna en la política comunitaria.

La Comisión Europea propuso originalmente comenzar las conversaciones en 2024, pero los planes se estancaron por la oposición de Hungría, país que ha mantenido una postura crítica hacia Kiev y ha exigido garantías sobre los derechos de la minoría húngara en la región transcarpática de Ucrania.

El proceso de adhesión ucraniano, que puede extenderse por más de una década como en el caso de Türkiye, requiere la armonización completa de la legislación nacional con el acervo comunitario, un camino que Budapest parece decidido a bloquear hasta que se atiendan sus demandas.

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