Según la nota de la entidad, las joyas en cuestión son aretes y un colgante en forma de caramelos de la llamada piedra solar (ámbar), y fueron creados en un solo ejemplar por lo que se convertirán en un objeto de arte en el museo de la empresa como la primera pieza de joyería en su historia creada con la ayuda de una red neuronal.
Los joyeros de la planta lograron el parecido con los caramelos gracias al tratamiento especial del ámbar en un autoclave.
Los artesanos hicieron el «envoltorio» de los caramelos en plata, repitiendo cuidadosamente la forma del envoltorio del dulce. «Cada pendiente y el colgante contienen tres gramos de ámbar y unos seis gramos de metal precioso», comenta la nota.
El trabajo creativo conjunto y la ayuda de la tecnología digital resultaron en creación de «la pieza de joyería única que sin duda atraerá aún más atención a la belleza del ámbar ruso». Con estas joyas se demuestra lo que «puede ser una gema antigua en la era de las soluciones digitales», resume el comunicado.
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