En un comunicado, esa agrupación señala que lo acontecido la víspera durante la celebración en el interior del recinto diplomático de un acto por la paz en el Día Internacional de los Derechos Humanos, son obra de pequeños grupos de personas pagadas con el único fin de subvertir el orden y perturbar la tranquilidad ciudadana.

Al respecto, indican que esas manifestaciones representan una grave violación de las normas del derecho internacional que rigen las relaciones entre Estados y la protección de las misiones diplomáticas.

“Es imprescindible dejar absolutamente claro que ninguna de estas personas representa ni tiene vínculo alguno con la histórica, respetable y pacífica comunidad de cubanos residentes en Panamá, cuya conducta y contribución a la sociedad panameña han sido siempre ejemplares”, apunta el documento.

También señala que “estas acciones, promovidas desde los Estados Unidos, no buscan sino sembrar el odio, la división y la desinformación entre los cubanos, al servicio de los mismos intereses que durante más de seis décadas mantienen un brutal y criminal bloqueo económico, comercial y financiero contra nuestro pueblo, con el declarado objetivo de asfixiarlo y generar sufrimiento”.

La Amcrp reiteró su confianza en las autoridades panameñas para garantizar la seguridad de esas instalaciones diplomáticas, conforme a sus obligaciones internacionales, y para preservar el clima de paz y convivencia en su territorio.

Además instó a la comunidad nacional e internacional a rechazar estas manipulaciones y a continuar apoyando la lucha del pueblo cubano por su soberanía, su derecho a la paz y a decidir su destino libre de injerencias externas y campañas de desestabilización.

La víspera, un acto por la paz mundial y el derecho a la vida, organizado por la embajada de Cuba en Panamá, se convirtió en un emotivo escenario en defensa de la Revolución triunfante en 1959.

En la velada, el embajador de Cuba en el istmo, Víctor Cairo, denunció que la sede diplomática fue amenazada por grupúsculos contrarrevolucionarios, que se concentraron en el céntrico parque Belisario Porras, en esta capital, financiados por mercenarios y políticos estadounidenses solo interesados en desestabilizar el orden en su país y crear obstáculos al desarrollo de su pueblo mediante ante el bloqueo.

Los adversarios de la Revolución, indicó, a quienes no les interesa absolutamente lo que pasa en Cuba, solo los mueve el dinero, pero, como ha quedado demostrado hoy, son derrotados por la fuerza moral de quienes no se repliegan ni se rendirán jamás en el camino de ser libres y soberanos.

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