Según reportes de la agencia SANA, el encargado de negocios de la Embajada japonesa en Damasco, Akihiro Tsuji, y el representante de Acnur en el país árabe, Gonzalo Vargas Llosa, firmaron los documento de la donación en nesta capital.
Tsuji destacó la larga historia de amistad entre las dos naciones y reafirmó el compromiso de Tokio con las necesidades humanitarias del pueblo sirio, y aseguró que esta contribución constituye un gesto de apoyo a los esfuerzos para consolidar la nueva etapa que vive el país.
Por su parte, Vargas Llosa calificó la subvención como “esencial y generosa”, especialmente en un momento que definió como crítico, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos. Explicó que el financiamiento permitirá que al menos 1,5 millones de ciudadanos obtengan documentos oficiales que acrediten su identidad o la propiedad de sus bienes, paso necesario para el ejercicio pleno de sus derechos.
El director del Departamento de Asuntos Afroasiáticos y Oceanográficos del Ministerio de Exteriores sirio, Mohammad Zakaria Lababidi, aseguró que el aporte japonés tiene un importante valor político y humanitario, al reflejar la voluntad conjunta de Siria, Japón y la ONU de consolidar la estabilidad nacional.
La portavoz de Acnur en Siria, Celine Schmitt, detalló que el proyecto beneficiará directamente a un millón 64 mil personas, entre retornados, desplazados y comunidades de acogida.
Entre las intervenciones previstas figura la rehabilitación del Departamento de Inmigración y Pasaportes de la Gobernación de Damasco, con un estimado de 200 mil beneficiarios, así como la restauración de 16 oficinas de registro civil y catastro en varias gobernaciones, con un alcance superior al millón 400 mil ciudadanos.
Schmitt indicó que la ejecución del programa se desarrollará entre enero y diciembre de 2026, acción que catalogó como un paso importante para mejorar el acceso a servicios esenciales y fortalecer la reintegración sostenible.
Reveló que más de 1,2 millones de sirios regresaron voluntariamente desde 2014, en tanto 1,9 millones de desplazados internos retornaron a sus lugares de origen.
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