El estudio alertó sobre el creciente peligro que siguen enfrentando los niños pese al fin del conflicto, declarado el 8 de diciembre de 2024 tras el derrocamiento del gobierno de Bashar Al-Assad.
Indicó que, aunque alrededor de 1,2 millones de refugiados y 1,9 millones de desplazados internos regresaron este año a sus hogares, el país continúa altamente contaminado por artefactos explosivos, legado de más de una década de enfrentamientos.
Según datos publicados este mes por la organización especializada Halo Trust, 165 niños murieron y otros 423 quedaron heridos por municiones sin detonar durante el último año.
El total de víctimas relacionadas con restos explosivos ascendió a mil 592, incluidas 585 muertes, la cifra más alta registrada desde 2019. No obstante, ante la ausencia de un registro centralizado, las organizaciones humanitarias advierten que el número real podría ser considerablemente mayor.
Save the Children subrayó que la reducción de la financiación internacional en 2024 afectó gravemente los programas educativos en los campamentos, la formación sobre riesgos de minas, el apoyo a sobrevivientes y la provisión de prótesis y servicios de rehabilitación.
Recordó además que los menores representan el 43 por ciento de todas las víctimas de artefactos explosivos en el país.
El llamamiento humanitario para las labores de desminado en 2024 solo ha recibido el 13 por ciento de los 51 millones de dólares requeridos, cifra que la entidad calificó de insuficiente para atender las necesidades más urgentes.
A pesar del cese de las hostilidades, la organización advirtió que los explosivos remanentes continúan amenazando la vida de miles de niños. “Los menores que sobrevivieron a la guerra siguen expuestos al riesgo de morir en cualquier momento”, alertó.
Save the Children instó al gobierno sirio a acelerar la identificación y limpieza de las zonas contaminadas y a suministrar a los equipos técnicos el equipamiento necesario.
Asimismo, pidió a la comunidad internacional reforzar el apoyo para la atención de lesiones por amputación, incluida la entrega de prótesis, fisioterapia y capacitación del personal médico, además de promover una educación inclusiva para los niños afectados.
La entidad concluyó que, sin una intervención urgente y sostenida, el retorno seguro de las familias y la recuperación del país seguirán enfrentando graves obstáculos.
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