En un encuentro con la prensa este viernes desde el Hotel Nacional, en esta capital, posible gracias al evento cinematográfico, el artista compartió la alegría de estar aquí, de manera especial en esta gran fiesta del séptimo arte en la región.

Era un viaje que esperaba desde hace algún tiempo, confesó, y del cual se lleva, entre muchas gratas impresiones, la “linda” manera en la que este pueblo conecta con el cine.

Ver a la gente en las salas y en las calles -algo raro en Brasil ahora- los compañeros de los jurados, las películas, el cine latinoamericano, ha sido todo una experiencia y un gran momento en Cuba, aseguró.

Su trabajo es bien conocido en Brasil gracias a la televisión. En un festival como este, donde se valora mucho el cine de autor y la identidad regional, ¿cómo percibe el diálogo entre el Thiago Lacerda de las telenovelas y el actor de cine?, preguntó Prensa Latina.

La manera en que nuestros personajes captan a las personas y les toca es muy bonita para mí. Tengo pensado volver con mi espectáculo de teatro, quizás en otro momento con mi familia, añadió.

Mi trabajo en televisión es una buena forma de empezar esta relación. A mí me encanta y tengo mucho orgullo de eso, aseguró.

Sobre el cine latinoamericano como espacio de cohesión, expresó: El arte y la cultura son un instrumento muy fuerte de provocación intelectual, política. Es una de las cosas más bonitas que tiene nuestro trabajo.

Al festival le auguró continuidad y “que los próximos sean tan buenos como éste, la calidad de las películas y del cine latinoamericano”.

Thiago Lacerda, invitado al evento en calidad de jurado, se considera un espectador positivo del trabajo de sus colegas y compañeros.

Es fácil para mí y hay placer haciéndolo; es también un ejercicio de retirarse un poco para mirar a los compañeros en su trayectoria, dijo.

El actor, dueño de una simpatía extraordinaria, se define además como un contador de historias y aseguró que no puede faltar en ello el sentido, la sorpresa, la creatividad y la originalidad.

Aunque afirmó estar convencido de que nació para contar esas historias frente a la cámara, no descartó la posibilidad de dirigir en un futuro sus propias pasiones creativas.

En una conversación amena, donde sobró la emoción y los deseos de inmortalizar el encuentro, Prensa Latina le preguntó:

– Imagine que puede llevarse a Brasil un objeto simbólico de Cuba, ¿qué podría ser?

– La sonrisa del pueblo cubano, su gentileza. Somos muy parecidos y próximos.

Es impresionante cómo nos conocen en Cuba por nuestro trabajo en la televisión, significó.

– Si pudiera definir a Cuba en una palabra o frase ¿cuál sería?: “Cuba linda”.

En pocas horas concluirá el 46 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y la visita de Thiago Lacerda está entre las hermosas alegrías que deja el evento en el pueblo cubano.

A su regreso, lleva en su corazón y equipaje la imagen de una «Cuba linda», hecha del cariño espontáneo, la gentileza y la dedicación de su gente.

ro/amr