En un comunicado emitido aquí, el grupo de países expresó su “más profunda preocupación y su categórico rechazo”, al robo, el 10 de diciembre, de un barco petrolero frente a las costas venezolanas, en una operación militar que fue confirmada públicamente por el presidente estadounidense.

Advirtieron que la acción, ejecutada por fuerzas militares oficiales de un Estado, “constituye una grave violación del derecho internacional, incluido el derecho de propiedad”.

También se inscribe en una peligrosa y creciente tendencia de medidas coercitivas, unilaterales y agresivas que deben cesar por completo, en interés de la paz, la seguridad y la estabilidad regionales e internacionales.

El Grupo de Amigos observó con suma preocupación que la interceptación y apropiación forzosa de un buque que realizaba actividades comerciales lícitas constituye “un nuevo acto unilateral de coerción y, por lo tanto, inadmisible».

Subrayó que la acción viola los principios de igualdad soberana, la libertad de navegación y de alta mar, la libertad de comercio, la libre circulación de la energía y la no intervención en los asuntos internos de los Estados, consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.

Al respecto, llamó “al pleno respeto de los derechos soberanos de la República Bolivariana de Venezuela sobre sus actividades marítimas y comerciales y a la liberación inmediata del buque y su carga, así como de cualquier personal detenido”.

La nota recordó que estas acciones se producen en un contexto de amenazas continuas, de campañas de desinformación, de operaciones clandestinas, de narrativas fabricadas y de provocaciones militares destinadas a desestabilizar y deslegitimar al gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro.

Advirtió que el robo, en cuestión, “representa una nueva escalada de las medidas hostiles y cada vez más intensas de los Estados Unidos, en un claro intento por socavar la soberanía y la independencia política de Venezuela”.

Los Estados miembros del Grupo subrayaron que el uso de activos militares para interferir en las actividades comerciales legítimas de una nación soberana “no puede justificarse bajo ninguna circunstancia, ni siquiera en virtud de una legislación nacional unilateral y extraterritorial”.

El intento de presentar tal acción como una medida de aplicación de la ley “no exime en modo alguno a Estados Unidos de sus obligaciones en virtud del derecho internacional, ni de la prohibición de recurrir a la promulgación y aplicación de medidas coercitivas unilaterales o bloqueos de facto como instrumentos de política exterior”, expresaron.

Asimismo, reiteraron que América Latina y el Caribe es una Zona de Paz, y las acciones militares unilaterales, los robos de activos, los esfuerzos encubiertos o abiertos de desestabilización y las amenazas de uso de la fuerza, representan un ataque directo.

Estos, afirmaron, sobre los actores que participan en actividades económicas legales, en la estabilidad regional y derecho soberano del pueblo venezolano a determinar su propio camino político, económico y social, libre de intimidación, coacción e interferencia externa.

lam/jcd