Datos de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), divulgados en la prensa local, indican que el nivel de la presa se ubica en torno a los dos mil 150 metros sobre el nivel del mar, entre tres y cuatro metros por debajo de su cota máxima operativa, alcanzada a inicios de diciembre.

La reducción coincide con la falta de precipitaciones en la región austral, donde nacen los ríos que alimentan los embalses que sostienen gran parte de la generación hidroeléctrica nacional.

El embalse de Paute, otro pilar del sistema, se sitúa en mil 985 metros sobre el nivel del mar, apenas seis metros por debajo de su cota máxima, lo que permite operar nueve de sus diez turbinas.

Según el Operador Nacional de Electricidad, el 62 por ciento de la demanda eléctrica del país se cubre actualmente con hidroelectricidad, el 30 por ciento con plantas térmicas y el 7,61 por ciento con importaciones desde Colombia.

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología alertó sobre un inicio atípico de la temporada lluviosa, con varios días de escasas precipitaciones y temperaturas inusualmente altas, sin previsión de lluvias relevantes a escala nacional al menos hasta el 20 de diciembre.

En medio de las preocupaciones, la ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, aseguró en su cuenta de X que Mazar se mantiene en niveles altos y descartó cortes de electricidad por falta de agua.

“La línea roja demuestra que estamos al 93,83 por ciento”, afirmó al referirse a la cota máxima del embalse, situada en dos mil 153 metros sobre el nivel del mar, y comparó esa cifra con el 24,38 por ciento registrado en la misma época de 2024.

“Estamos bien. Tengamos estos días previos a la Navidad en paz”, añadió la funcionaria.

El complejo hidroeléctrico Paute Integral, regulado por el embalse de Mazar y ubicado entre las provincias de Azuay y Cañar, cuenta con cerca de mil 757 megavatios de capacidad instalada, lo que lo convierte en un componente esencial para la estabilidad energética de Ecuador.

Pese al mensaje de calma del Gobierno, existe preocupación en el país, que vivió apagones de hasta 14 horas por día durante tres meses de 2024 y varios de los contratos para evitar una situación similar provocaron pérdidas al Estado y no se han materializado.

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