Bajo el lema “Pastos: Reconocer. Respetar. Restaurar”, dicha celebración mundial destacará el papel central de los pastizales del mundo en la resiliencia climática, la seguridad alimentaria e hídrica, la conservación de la biodiversidad y la identidad cultural de las comunidades pastoralistas e indígenas.
Los pastizales cubren más de la mitad de la superficie terrestre y sustentan la vida de dos mil millones de personas, incluidos 500 millones de pastores, quienes han cuidado estos paisajes durante generaciones.
La decisión de Kenia de ser sede central de esa fecha fue anunciada por la secretaria de Gabinete de Medio Ambiente, Cambio Climático y Silvicultura, doctora Deborah Mlongo Barasa, quien extendió una cordial invitación a la comunidad internacional para que se una a Kenia el próximo año.
Añadió que “hasta la mitad de los pastizales del mundo están degradados, y algunos desaparecen más rápido que las selvas tropicales, lo cual pone en riesgo la seguridad alimentaria, la disponibilidad de agua y las culturas pastoriles”.
Los pastizales siguen estando entre los ecosistemas más infravalorados del planeta, a pesar de su gran extensión e importancia.
La degradación de estos paisajes amenaza la biodiversidad, la regulación climática y las economías de los países que dependen en gran medida de la producción ganadera y los sistemas de pastoreo.
El Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra cada 17 de junio, es el momento global que la Organización de las Naciones Unidas han dado a conocer sobre la degradación de las tierras y la sequía, y a movilizar acciones para proteger y restaurar las tierras.
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