sábado 13 de diciembre de 2025

Retirada de sanciones de EEUU a juez del Supremo descolló en Brasil

Brasilia, 13 dic (Prensa Latina) La retirada por Estados Unidos de su lista de sancionados al juez Alexandre de Moraes, tras incluirlo por su papel en el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, sobresalió en Brasil en la semana que termina hoy.

La esposa de De Moraes y el Instituto Lex, que ella dirige, también fueron eliminados de esa nómina, según informó la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro.

El Gobierno de Brasil elogió la medida, circunscrita después de una conversación telefónica entre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su homólogo estadounidense, Donald Trump.

Washington sancionó en julio al ministro del Supremo Tribunal Federal, al acusarlo de usar su posición para autorizar detenciones preventivas arbitrarias y suprimir la libertad de expresión en el gigante sudamericano, en el especial imponer una sonada condena contra Bolsonaro por tentativa golpista.

En la lista de violadores de derechos humanos, prevista en la llamada Ley Magnitsky, se la había congelado al jurista todos los activos y bienes que pudiera tener en Estados Unidos.

La nueva decisión de la Casa Blanca relaja la tensa relación entre los dos gobiernos y sigue a una serie de reuniones y llamadas, descritas en términos positivos.

«Creía, y sigo creyendo (…) que la verdad, en el momento en que llegara a las autoridades estadounidenses, prevalecería», dijo De Moraes en un evento en Brasilia. «Y la verdad, con el empeño del presidente Lula y todo su equipo, prevaleció», aseguró.

Al respecto, afirmó este viernes que la retirada de las sanciones contra De Moraes es una victoria tanto del ministro como de la «democracia brasileña».

Manifestó sentirse muy feliz por la decisión de Trump y «es el reconocimiento de que no era justo que un presidente de otro país castigase a un magistrado del Supremo por cumplir la Constitución”, señaló durante un acto en el que también estaba presente el juez.

Para el gobernante brasileño, el tema salió a relucir en la conversación telefónica que mantuvo la semana pasada con Trump, quien le preguntó si la retirada de la sanción era buena para él.

«No es buena para mí, es buena para Brasil y para la democracia brasileña», dijo que le respondió, antes de señalar que no se trataba de hacer algo entre amigos, sino «entre naciones».

rc/ocs

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