La guerrilla activa más antigua del continente pidió a los ciudadanos abstenerse de desplazarse por “carreteras y ríos navegables”, en tanto divulgó que sus unidades de control de vías “respetarán los civiles y sus bienes”.
“Las fuerzas populares colombianas protestamos contra las amenazas de intervención imperialista en nuestro país, como una nueva fase del plan neocolonial de Trump [Donald], que pretende hundir aún más sus garras en territorios de América Latina y el Caribe”, expuso en su comunicación el grupo armado.
Pidió el ELN asimismo a los civiles no mezclarse con militares “para evitar accidentes”.
El Ministerio de Defensa rechazó el anuncio y consideró que lo denominado por el ELN como paro armado, que culminará el venidero 17 de diciembre a las 6:00 (hora local) según informó la estructura insurgente, “no es más que un constreñimiento criminal”.
Comunicó la cartera sobre un despliegue total de capacidades por el cual militares y policías permanecerán en máxima alerta con el objetivo de prevenir acciones violentas y garantizar la movilidad y la seguridad de las comunidades.
Debido a esta misma situación, el viceministro para las Políticas de Defensa y Seguridad, Javier Baquero, lideró una reunión de seguridad con los mandos regionales de Putumayo y Caquetá, en el sur del país, con el fin de analizar y revisar las acciones frente al paro armado decretado.
En este espacio, según reveló el Ministerio de Defensa, se evaluó el contexto de seguridad de la región y se definieron lineamientos para fortalecer la presencia institucional, proteger a la población civil y garantizar su tranquilidad en estas fechas.
El presidente, Gustavo Petro, también repudió el anuncio de la estructura insurgente.
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