Durante la madrugada, personas encapuchadas ingresaron a la sede del Seivara y causaron destrozos en las oficinas del dirigente sindical, acción de claro tinte político interpretado como un acto de intimidación contra líderes gremiales opuestos a la reforma laboral que impulsa el gobierno derechista de Javier Milei.

Tuvo lugar en el marco del avance del gobierno nacional sobre los derechos laborales y a días de la marcha convocada por la CGT, plantea el PJ bonaerense en un comunicado.

“Los intentos de intimidación a quien ha manifestado el rechazo a todos los puntos del proyecto de reforma laboral del FMI que defienden Federico Sturzenegger, Patricia Bullrich y Milei son una muestra más de que no buscan debatir las condiciones de los trabajadores sino poner de rodillas e instalar el miedo entre quienes se opongan a la entrega, el ajuste y la flexibilización”, recalca el texto.

El ataque fue llevado a cabo por individuos encapuchados que irrumpieron en el edificio, destruyeron cámaras de seguridad y accedieron al lugar a través de la terraza, causando destrozos importantes. El ataque ocurre en la semana en que comienza a discutirse la reforma laboral enel Congreso.

La agresión no pasó desapercibida para la dirigencia sindical, que inmediatamente la consideró un acto de intimidación con claros tintes políticos. Jerónimo calificó el hecho de «mensaje», dada la profesionalidad con que se llevaron a cabo los daños y el contexto de próximas movilizaciones sindicales, como la prevista para el 18 de diciembre en Plaza de Mayo.

En su denuncia, Jerónimo expresó que el ataque no es un hecho aislado, sino que ocurre en un momento particularmente sensible para el movimiento obrero.

La CGT y el gremio del vidrio también emitieron sendos comunicados de repudio contra el asalto.

Insistieron en que ese vandalismo “no modifica en absoluto el rumbo del movimiento obrero» y la determinación de hacer fracasar la reforma laboral del gobierno derechista y del Fondo Monetario Internacional contra los derechos de los trabajadores.

«Resulta ingenuo creer que este hecho responde a un simple delito policial y no a un intento de amedrentamiento hacia todo el movimiento obrero en las vísperas de la movilización que se llevará a cabo este jueves 18 de diciembre en defensa del trabajo y contra la reforma laboral», remarcaron.

“La justicia ahora tiene la palabra, y la sociedad espera respuestas claras sobre las motivaciones detrás de este ataque”, recalcaron desde los sindicatos.

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