A través de un comunicado, señalaron que este asalto en aguas internacionales del Mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela, constituye una violación flagrante del derecho internacional, incluyendo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y el Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Navegación Marítima.

“Tales acciones no sólo atentan contra la soberanía de Venezuela y Cuba, sino que también socavan los principios de paz y cooperación que deben regir las relaciones internacionales”, subrayó el documento.

La Accra igualmente exhortó a la comunidad internacional, a las instituciones académicas y a los organismos multilaterales a pronunciarse contra estas prácticas ilegales, y a defender el respeto a la soberanía, la paz y la cooperación entre las naciones.

El robo, el 10 de diciembre, de un barco petrolero frente a las costas venezolanas, en una operación militar que fue confirmada públicamente por el presidente estadounidense, ha generado el rechazo de la comunidad internacional.

El Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU calificó el hecho como nuevo acto unilateral de coerción contra Venezuela y advirtieron que la acción “constituye una grave violación del derecho internacional, incluido el derecho de propiedad”.

La condena provino también de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, que declaró el atraco al buque con un millón 900 mil barriles de petróleo como “un ataque directo contra la soberanía de la República Bolivariana”.

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de la República Islámica de Irán, Masoud Pezeshkian, igualmente manifestaron su solidaridad ante la agresión, a través de una llamada a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, durante la cual reafirmaron las alianzas estratégicas tejidas en los últimos años.

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