Una nota institucional de la embajada de Washington ante La Paz afirma que los funcionarios visitantes cumplen una apretada agenda de reuniones con autoridades del Ejecutivo del presidente Rodrigo Paz y empresarios del país.
“La visita refleja el renovado interés de Washington en fortalecer los vínculos económicos y comerciales con Bolivia, así como en explorar nuevos espacios de colaboración técnica (…)”, afirma el comunicado.
Describe el texto que con este objetivo laboran en La Paz y en Santa Cruz representantes de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC), el Banco de Exportación e Importación (EXIM); la Agencia de Comercio y Desarrollo (Ustda), el departamento de Comercio y el de Estado.
“Es un honor representar a EXIM en Bolivia en este momento histórico. El Gobierno del presidente Paz abre una oportunidad única para profundizar los lazos económicos entre Estados Unidos y Bolivia (…)”, declaró el portavoz de Exim, Mark Teubl, citado en el comunicado.
Por su parte, Ella DeBlois, directora regional de Inversiones de la DFC, subrayó que “al movilizar el capital privado, la DFC puede contribuir al apoyo de proyectos estratégicos que impulsen objetivos compartidos entre Estados Unidos y Bolivia.
“El propósito central de la misión es realizar un diagnóstico sobre la situación comercial del país e identificar áreas con potencial de inversión, cooperación bilateral e iniciativas conjuntas”, concluyó la nota institucional de la embajada.
Tras el triunfo de la derecha liberal en las elecciones generales del 17 de agosto último y la derrota provocada por la división del bloque nacional popular, el presidente Rodrigo Paz decidió distanciar al país de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y alinearlo con la política del Gobierno de Estados Unidos.
Luego de la victoria electoral, decidió no invitar a su toma de posesión a los líderes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, países que mantienen una política independiente de la línea trazada por la Casa Blanca.
En respuesta, los Estados del ALBA decidieron suspender al Gobierno recién instalado en Bolivia, “debido a que su conducta antibolivariana, antilatinoamericana, proimperialista y colonialista no se encuentra acorde con los principios del bloque integrador”.
Paz y su ejecutivo, en tanto, durante su primer mes de gestión restituyeron las relaciones diplomáticas a nivel de embajadores con Washington y con Israel, e igualmente anunciaron un nuevo enfoque en el vínculo con Chile, basado en los intereses nacionales.
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