El grupo, que dijo condenar en los términos más enérgicos el anuncio de Trump, denunció en un comunicado que “un bloqueo naval es un acto de guerra”.
Trump está intensificando las sanciones y el asedio contra Venezuela, con amenazas abiertas, por lo que CODEPINK condena esta peligrosa acción ilegal. Venezuela no es propiedad estadounidense, su petróleo no pertenece a Washington. Su territorio no es moneda de cambio. Y su pueblo no debe su soberanía a ningún imperio, expresó la declaración.
Afirmar que Venezuela está «rodeada por la mayor armada jamás reunida» y prometer un «impacto como nunca antes visto» es una amenaza explícita de fuerza diseñada para obligar a la sumisión, apuntó el texto.
La alegación de Trump de que Venezuela debe «devolver» petróleo, tierras y otros activos a Estados Unidos expone el verdadero objetivo de esta agresión, indicó.
Venezuela no robó nada a Estados Unidos. Lo que Trump describe como «robo» es la legítima afirmación de Venezuela de su soberanía sobre sus propios recursos naturales y su negativa a permitir que las corporaciones estadounidenses controlen su economía, agregó.
Tratar de certificar que el petróleo o las tierras venezolanas pertenecen a Estados Unidos refleja el corolario neocolonial de Trump a la Doctrina Monroe: que el poder estadounidense equivale a la propiedad y que América Latina se reduce a una zona de extracción y control, subrayó CODEPINK.
Designar al gobierno venezolano como una «Organización Terrorista Extranjera» es un peligroso abuso de poder destinado a eludir al Congreso, eliminar el debido proceso y fabricar una cobertura legal para la acción militar, enfatizó.
Esta escalada se agrava por la grotesca decisión de Trump de designar el fentanilo como un «arma de destrucción masiva», una resurrección deliberada del marco de las armas de destrucción masiva utilizado para justificar la guerra de Iraq, a sabiendas de que no proviene fentanilo de Venezuela, recordó la organización.
El intento de Trump de vincular a Venezuela con el narcotráfico, la trata de personas y la delincuencia en Estados Unidos -alertó- es igualmente deshonesto.
También señaló que la migración se está utilizando como arma para justificar la agresión extranjera, mientras que el papel de las sanciones estadounidenses en la generación de dificultades económicas y desplazamientos se ignora deliberadamente.
“Difamar a toda una población para justificar la guerra es a la vez racista y peligroso”, subrayó CODEPINK al recordar que la realidad que Trump omite es que Estados Unidos ya ha incautado activos venezolanos, congelado miles de millones de dólares en el extranjero y tomado el control de empresas de propiedad venezolana como CITGO.
Esto es guerra por otros medios, que refleja la misma lógica utilizada por Israel en Palestina: cortar el suministro de combustible, alimentos, medicinas e ingresos para hacer la vida insostenible, recalcó, mientras exhortó al “Congreso a actuar de inmediato para detener esta escalada, y la comunidad internacional debe rechazar esta amenaza ilegal”.
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