Alabó las bajas cifras de cruces fronterizos y repartió culpas, que cayeron sobre su antecesor en el cargo, Joe Biden y su administración (2021-2025), afirmando que le dejaron «la peor frontera del mundo» y «en pocos meses, pasamos de lo peor a lo mejor», subrayó.
Así, en pocos minutos, el republicano enumeró una larga lista de quejas sobre la era Biden, cuando, como apuntó, además de las fronteras “abiertas”, hombres transgénero compitieron en deportes femeninos, el crimen escaló, se firmaron “los peores acuerdos comerciales jamás hechos” y había Gobierno federal “enfermo y corrupto”.
“Durante los últimos cuatro años, Estados Unidos fue gobernado por políticos que solo trabajaron para privilegiados, inmigrantes en situación irregular, delincuentes reincidentes, cabilderos corporativos, presos, terroristas y, sobre todo, naciones extranjeras que se aprovecharon de nosotros como nunca antes”, sostuvo Trump.
Responsabilizó también a Biden por la alta inflación y acusó a los demócratas de provocar «caos».
Trump no suele pronunciar discursos de fin de año y esta intervención en horario estelar traía aparejada una carga de expectativas ante las tensiones muy elevadas con Venezuela.
El presidente ordenó ayer un bloqueo total y completo de buques petroleros que entra o salgan de ahí tras designar al Gobierno de Nicolás Maduro como organización terrorista.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, había anticipado a Fox News que el presidente abordaría “los logros históricos que ha conseguido para nuestro país durante el último año” y también podría adelantar algunas acciones de política previstas para el próximo año.
Al discurso de esta noche llegó Trump con un promedio de 39 por ciento de aprobación. La visión positiva del gobernante y de la Casa Blanca contrasta con la inquietud y hasta malestar que tienen los votantes respecto al alto costo de la vida, de acuerdo con diferentes encuestas.
Trump comenzó la semana pasada una gira nacional en Pensilvania (noreste), para promocionar su agenda económica y el viernes lo esperan en Carolina del Norte (sureste).
Los datos sobre el empleo, difundidos este martes, no fueron precisamente una buena noticia para la mansión ejecutiva. El mercado laboral dio nuevas muestras en noviembre de debilitamiento, con un aumento de la tasa de desempleo hasta el 4,6 por ciento, la más elevada en cuatro años, informó el Departamento de Trabajo.
Trump lidia a lo interno con esos síntomas de rechazo, las recientes victorias electorales de los demócratas en comicios especiales, así como los cuestionamientos respecto a un eventual vínculo con el fallecido delincuente sexual Jeffrey Epstein, cuyo caso reflotó en su segundo para, al parecer, hacerle sombra.
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