En las últimas horas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) rechazó por mayoría de su pleno la propuesta de dos de los tres principales partidos en liza de ir al conteo voto por voto de las 19 mil 167 actas del nivel presidencial.

El CNE lo integran las tres fuerzas políticas mayoritarias en este país centroamericano: los derechistas partidos Nacional (PN) y Liberal (PL), que encarnan el centenario bipartidismo, y el oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), de la actual presidenta Xiomara Castro.

Durante su más reciente sesión de pleno, las magistradas del PL, Ana Hall, y del PN, Cossette López, impugnaron la solicitud del consejero de Libre, Marlon Ochoa, de realizar el recuento acta por acta en el nivel electivo presidencial, ante las múltiples anomalías detectadas en esos documentos.

De acuerdo con los resultados preliminares divulgados por el árbitro de los comicios, paralizados desde hace días, el candidato presidencial del PN, Nasry Asfura, apoyado por el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, encabeza la votación con el 40,54 por ciento de los sufragios.

Muy de cerca, con 39,19 por ciento de las preferencias, aparece Salvador Nasralla, del PL, quien pidió, al igual que Libre, que se lleve a cabo el cómputo voto por voto de todas las actas de votación a nivel nacional, y acusó al nacionalismo de intentar robarse las elecciones por la vía del fraude.

Favorecida por la mayoría de los sondeos previos a las elecciones del pasado 30 de noviembre, la aspirante de Libre, Rixi Moncada, figura en tercer lugar con el 19,29 por ciento de los votos.

“Reiteré nuestra propuesta contra el fraude del TREP (sistema de transmisión de resultados electorales preliminares) y la urgencia de realizar conteo voto por voto de las 19 mil 167 actas del nivel presidencial”, escribió Ochoa en su cuenta de la red social X.

Según el consejero oficialista, de ese total de actas, 16 mil 839 presentan inconsistencias “por tener más votos que los registrados en el biométrico (autenticación de huella dactilar), sumas que no coinciden o firmas que hacen falta”.

El representante de Libre en el CNE advirtió que la confianza no se puede construir a cuentagotas, a la espera de acuerdos de las “cúpulas especialistas en adulterar actas igual que en 2017”, en obvia alusión al fraude electoral protagonizado entonces por el bipartidismo.

“El CNE no debe permitir que se roben las elecciones. Las consejeras (Hall y López) decidieron agregar al escrutinio especial únicamente 553 actas del nivel presidencial, sumadas a las mil 81 que habían seleccionado en la sesión anterior”, expresó el funcionario.

A su juicio, ese escenario no garantiza que se conozca la voluntad popular expresada en las urnas, pudiendo resultar un falso ganador, sentenció Ochoa.

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