La entidad describió mediante un comunicado que identificó en la urbe cómo realizan actividades en ventas ambulantes, puestos callejeros, tortillerías, mercados o, en algunos casos, en prácticas de mendicidad forzada.

Estas situaciones podrían constituir formas de explotación laboral y representan una grave vulneración a sus derechos humanos, señaló en el texto.

Esto, detalló, tiende a suceder con menores provenientes de los departamentos San Marcos, Quiché y Totonicapán.

Específicamente la Procuraduría de la Niñez y la Adolescencia recordó que ninguna forma de trabajo infantil es aceptable, pues los expone a múltiples riesgos.

Entre ellos, mencionó, violencia en espacios públicos o privados; accidentes de tránsito y otros peligros en la vía; deserción escolar y afectación a su desarrollo integral, así como riesgos de trata de personas.

El trabajo infantil no debe normalizarse bajo ningún contexto, enfatizó.

Las vacaciones son un tiempo destinado al descanso, la convivencia familiar y actividades recreativas que promuevan el desarrollo saludable de niñas, niños y adolescentes, consideró la PGN.

Aseguró que continúa realizando acciones de atención a denuncias relacionadas con niñas, niños y adolescentes en riesgo o con derechos vulnerados.

Asimismo, invitó a madres, padres, cuidadores y a la población en general a prevenir situaciones que atenten contra los derechos que les asisten. Instó a reportar cualquier situación que afecte a niñas, niños y adolescentes, a través de sus canales oficiales.

La PNG de Guatemala cerró el pasado año con 35 casos de niños y adolescentes rescatados de la explotación laboral infantil, con los mayores registros en Ciudad de Guatemala, Quetzaltenango y Sacatepéquez.

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