Al intervenir en el sexto periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el mandatario subrayó que la estrategia no debe convertirse en un documento de referencia, sino la hoja de ruta obligatoria de todos los organismos y empresas del país.

“El Programa de gobierno que hemos aprobado busca precisamente corregir las distorsiones, fortalecer al Estado Socialista como motor del desarrollo y abrir el paso a todas las formas de gestión que aporten al país”, reiteró.

El jefe de Estado subrayó también la necesidad de reducir la dependencia a la importación de combustibles, recuperar capacidades productivas y aumentar los ingresos externos, en particular en el turismo, importación de bienes y servicios, remesas e inversión extranjera.

“Necesitamos un método de trabajo real: estabilización macroeconómica, corrección de distorsiones e impulso productivo (…) es el reto que hoy aquí ratificamos. No hay espacio para la contemplación resignada de la crisis”, recalcó.

Agregó que la estabilización macroeconómica no es un fruto tecnocrático; es la condición para que el salario valga, el mercado funcione, para garantizar una política social sostenible. 

En este sentido, señaló que la transición de subsidios a productos hacia subsidios a personas tiene que hacerse con cuidado, transparencia y participación, para no dejar a nadie desamparado, principio rector de la Revolución.

Sobre la economía nacional, reafirmó la necesidad de continuar adelante pese a la compleja situación general de la nación, reforzada por el bloqueo permanente contra la isla.

De acuerdo con Díaz-Canel, el Plan de economía analizado en la Asamblea es una estrategia de ofensiva y reajuste profundo que busca priorizar la producción de alimentos, liberando trabas, garantizando insumos básicos y, sobre todo, generando incentivos reales para el productor, tanto estatal como no estatal.

«Las transformaciones que debemos hacer no son solo estructurales sino de mentalidad. El único límite a la flexibilidad es aquello que atente contra nuestros principios y estabilidad», sentenció.

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