La entidad detalló cómo el Grupo de Apoyo Técnico Forense (Gatef) estableció que los restos mortales pertenecen a los de una niña de 17 años desaparecida por paramilitares del Bloque Cacique Nutibara el 24 de agosto de 2002, cuando se dirigía en un bus al Hospital de San Cristóbal con el fin de internarse por inanición.

Confirmó el comunicado que luego de un expedito y riguroso proceso científico, el Instituto Nacional de Medicina Legal logró la plena identidad de la menor, y ahora se desarrollarán todas las gestiones necesarias para poder entregar el cuerpo de forma digna a su familia.

Este acontecimiento, remarcó la JEP, reafirmó las denuncias que durante años las familias buscadoras habían sostenido de que La Escombrera es una fosa común donde fueron ocultados cuerpos de víctimas de desaparición forzada.

El sitio, que ha sido utilizada durante casi dos décadas como depósito de basura, había sido señalado por las víctimas como uno de los principales lugares de ocultamiento de cuerpos durante las operaciones desarrolladas en la zona en 2002.

Recordó el órgano de justicia transicional que a comienzos de año se recuperaron dos cuerpos en la zona intervenida.

En los meses siguientes, y gracias a la ampliación del área de excavación y al refuerzo del Gatef, se localizaron tres cadáveres más, hasta llegar a siete víctimas exhumadas en total en este punto ubicado en la Comuna 13, en el oeste de Medellín.

La osamenta de la niña, hallada en julio pasado, es la quinta que logra ser identificada.

De cara a 2026, la Jurisdicción afirmó que, mediante el Auto AI-48 del 21 de agosto de 2025, la Sección con Ausencia de Reconocimiento vinculó al Ministerio de Hacienda y al Ministerio del Interior al trámite cautelar con el fin de garantizar la sostenibilidad financiera e institucional de la intervención en La Escombrera.

El auto ordenó adoptar medidas para asegurar la disponibilidad de recursos, maquinaria y personal especializado, indispensables para continuar con la búsqueda en el área protegida.

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