Por segundo año, tendremos una asignación potente (del presupuesto de la nación), con doble dividendo: por un lado, al ejecutarse, se convierte en bienes y servicios estatales que mejoran el bienestar de las familias, subrayó el titular.
Podemos llegar a más personas con la acción del Ejecutivo para brindar seguridad, salud, educación y protección social y mejoras de la infraestructura económica, remarcó el funcionario en palabras al oficial Diario de Centroamérica.
Por otro lado, acotó Menkos, también se traduce en más actividad económica (más comercio y producción) y, por lo tanto, en más empleo.
A partir de la gestión del presidente Bernardo Arévalo y la ejecución de un programa de finanzas públicas pensado estratégicamente, con mayores esfuerzos en transparencia y rendición de cuentas, comenzamos a crecer más rápido, dijo.
Nos estamos alejando de la tasa de crecimiento de 3,5 por ciento anual, para pasar a 3,7 en 2024, 4,0 en 2025 y esperamos en 2026 estar entre cuatro y 4,2 por ciento, argumentó la autoridad.
Sobre los sectores priorizados, explicó que definieron tres: primero apoyo al bienestar social: educación, capacitación, becas, salud, alimentación, protección social, y acceso a crédito barato para primera vivienda.
Segundo, añadió, fomento de la inversión y empleo, con asignaciones para construir caminos, carreteras, puentes, mejorar puertos y aeropuertos, promover la innovación en la producción nacional y ofrecer oportunidades a los productores agropecuarios para acceder a crédito barato.
El tercero, amplió, la protección ciudadana y defensa con recursos para aumentar el número de efectivos de la Policía, mejorar su capacidad de acción; mientras está programada la construcción de dos cárceles de máxima seguridad.
Interrogado en cuanto a por qué este es el presupuesto del país más grande de la historia, el ministro aseveró que cada año la economía es más grande y este se ajusta al crecimiento.
Sin embargo, el tamaño debe medirse en función de su relación con el producto interno bruto (PIB), que equivale al 16,1 por ciento. Pese al alza, continúa siendo el más pequeño de Centroamérica y uno de los más bajos del mundo, enfatizó.
Del incremento de la deuda pública, el titular comentó que esta es una fuente de financiamiento de la inversión. El presupuesto está lleno de rigideces, describió Menkos.
Guatemala tiene el compromiso más bajo de América Latina. Al final de 2024, el saldo de deuda pública era de 26,4 por ciento del PIB, cuando en Argentina, con más alto endeudamiento de la región, rondaba el 83,2, puntualizó.
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