A los documentos, la mayoría fotografías, se puede acceder a través de la página oficial del DOJ y aparecen en la llamada la “Biblioteca Epstein”, en las categorías: Registros judiciales; Divulgaciones del DOJ, incluidas las divulgaciones conforme a la Ley de Transparencia de los Archivos de Epstein (H.R. 4405).
Incluye asimismo la Ley de Libertad de Información (FOIA); y Divulgaciones del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes.
Las fotos que salieron a flote ahora muestran a figuras prominentes y de los viajes de Epstein, pero muchas de las imágenes y documentos están fuertemente censurados.
El líder de la minoría en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, exigió que el DOJ explique por qué muchos de los archivos divulgados fueron tan tachados.
«Simplemente publicar una montaña de páginas tachadas viola el espíritu de transparencia y la letra de la ley. Por ejemplo, las 119 páginas de un documento estaban completamente tachadas. Necesitamos respuestas sobre el porqué», expresó el senador por Nueva York en un comunicado.
Schumer dijo que sus colegas están evaluando los materiales que salieron a la vista pública «para determinar qué medidas deben tomarse para que la administración (de Donald) Trump rinda cuentas». «Perseguiremos todas las opciones para asegurarnos de que se sepa la verdad», advirtió.
Este 19 de diciembre terminaba el plazo para que el DOJ levantara el banderín respecto a los expedientes de Epstein, muerto por aparente suicidio en 2019 en una cárcel de Manhattan mientras esperaba juicio por tráfico sexual de menores.
El suicidio alimentó las más diversas teorías de conspiración, pues el acaudalado financiero neoyorquino tenía vastas relaciones en los más importantes círculos políticos, empresariales y de la industria del entretenimiento.
Durante meses, Trump se resistió a la publicación de los archivos hasta que el mes pasado dio en reversa y apoyó la aprobación del proyecto de ley en el Congreso, el cual luego firmó para convertirlo en ley.
Trump y Epstein fueron cercanos desde finales de la década de 1980 hasta principios de los años 2000.
Hace unos meses, la fiscal general Pam Bondi alertó a Trump en una reunión en la Casa Blanca que su nombre estaba “por todas partes” en los expedientes de Epstein.
Recientemente, el ocupante del Despacho Oval recalcó que no tiene «nada que ver con Jeffrey Epstein» y que lo «echó» de Mar-a-Lago, su fastuoso club en Florida. «No tenemos nada que ocultar», dijo Trump al achacar que «todos sus amigos (de Epstein) eran demócratas».
Sin embargo, en uno de los correos electrónicos previamente publicados, Epstein aseguró que Trump «sabía de las chicas» y un «yo soy el único capaz de acabar con él».
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