“Tenemos un problema, sí, que lo estamos combatiendo también. No tenemos el espacio adecuado para poderlo hacer dentro del sistema penitenciario, pero estamos trabajando con todas las herramientas posibles”, dijo el funcionario en entrevista con el canal de televisión RTS.

Según el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) de Guayaquil, este año 592 detenidos en esa Penitenciaría fallecieron por tuberculosis o desnutrición, cifra que supera los 567 reclusos asesinados en las masacres carcelarias en el nivel nacional entre 2021 y 2024.

Reimberg afirmó que hay médicos en el centro penitenciario que suministran medicamentos, pero señaló que algunos reos prefieren intercambiar su alimentación por droga.

Familiares de personas privadas de libertad denunciaron esta semana ante la Asamblea Nacional que la militarización carcelaria a raíz del decreto de conflicto armado interno del presidente Daniel Noboa ha sido cruel y exigieron al Estado cumplir la Constitución y los derechos humanos de los reclusos.

Por otro lado, el ministro reiteró que pretenden construir un nuevo centro carcelario en la provincia de Santa Elena, que tendrá capacidad para 15 mil 120 presos, obra que, según dijo, arrancará en marzo y estará lista en unos 15 a 18 meses.

Ese penal se sumaría a la Cárcel del Encuentro, de máxima seguridad y que aún no está concluida, pero ya tienen al menos 640 internos en medio de denuncias de malos tratos, aunque ni organizaciones de derechos humanos ni la prensa han logrado acceder.

Las autoridades aseguran que el centro opera bajo estrictas medidas de control y vigilancia, y que su puesta en marcha busca reducir la crisis de seguridad y el hacinamientos que ha afectado al sistema penitenciario ecuatoriano en los últimos años.

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