Mediante un comunicado, la entidad subrayó además que la decisión adoptada desatiende los efectos negativos que genera sobre el empleo, la formalidad y la competitividad, mientras describió que participó de forma responsable y propositiva en los espacios de diálogo efectuados.
El incremento, remarcó, al no contar con una base técnica suficiente, agrava el problema estructural de la informalidad, que ya alcanza a más de cinco millones de chapines (cerca del 70 por ciento de la población económicamente activa).
Además, miles de trabajadores podrían verse forzados a migrar al informal, afectando a sus familias al perder acceso a prestaciones y a la seguridad social, añadió el Comité de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif).
La Asociación Guatemalteca de Exportadores llamó el incremento de salario un golpe a su actividad y expresó que una política de este tipo debe considerar la productividad.
Solicitó al Ejecutivo y al Congreso analizar acciones para reducir los costos portuarios, logísticos, de energía, infraestructura vial y facilitar trámites, con el objetivo de proteger el empleo formal.
Representantes sindicales aseguraron, por su parte, que lo ideal era un alza del ocho por ciento para las tres actividades económicas, con el fin de reducir la brecha con el costo de la canasta básica.
El mandatario anunció el incremento del salario mínimo para 2026 después de realizar un análisis del informe que le remitiera una Comisión Nacional creada al efecto.
El del sector no agrícola subirá un 7,5 por ciento, el agrícola 5,5 y la actividad exportadora y de maquila un cuatro por ciento, cuando el Banco Central proyecta que la economía del país cerrará con un crecimiento del 4,1 por ciento, superior al 3,7 del 2024.
La Comisión para analizar el tema, a pesar de la presentación de propuestas, terminó sin acuerdos, por lo cual la población esperaba en estos días el pronunciamiento final del Gobierno.
Arévalo anunció en diciembre pasado un aumento del salario mínimo para actividades agrícolas del 10 por ciento y del seis a la maquila y otras de exportación en 2025.
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