Reunido a solicitud de la oposición democrática en la Asamblea Nacional (parlamento), el Consejo sesionó con más de una treintena de sectores de la variopinta vida nacional.
El coordinador de esa instancia, que surgió como elemento clave para defender la paz interna, Jorge Rodríguez, lanzó la propuesta de mantener activo el Consejo “no solo para defender la paz, sino también el ser venezolano” porque, a su juicio, “es contra lo que van”.

“Nos quieren convertir en los culpables de todo lo malo que ocurra en este planeta porque así actúan los supremacistas y fascistas”, declaró en base a las falsas acusaciones del Gobierno de Estados Unidos para impulsar sus planes contra esta nación sudamericana.
Rodríguez subrayó que defender el ser venezolano, “pasa por defender a Venezuela, la economía, la producción de nuestro petróleo, oro, riquezas, por defender y buscar la prosperidad”.
El presidente del parlamento expresó que no solo es defender la paz y a Venezuela, sino “defender nuestro ser nacional”.
Les pido a este Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz todas las iniciativas que podamos conducir para no solo no superar con éxito esta coyuntura, sino para que quede un saldo real de acción venezolana, enfatizó.
El político venezolano exhortó a salir a votar por quien quieran hacerlo, “pero junto a nosotros defendamos lo que es nuestro, porque a eso van, a tratar de quitarnos hasta el alma nacional”.
Dentro de las voces del sector opositor moderado, el presidente del partido Soluciones para Venezuela, Claudio Fermín, consideró que las acciones cínicas y criminales van dirigidas contra el pueblo venezolano.
En ese sentido, llamó a actuar sin ambigüedades porque en esta circunstancia crítica del país “se es patriota o se actúa en contra de la patria”.
El veterano dirigente político llamó a fortalecer cada uno de los sectores presentes en el Consejo, limar diferencias y a construir unidad nacional porque “los títeres son los enemigos más terribles del país”, en referencia a la ultraderecha nacional que clama por más bloqueos y agresiones.
Las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, de querer apropiarse del petróleo, tierras y riquezas mineras de este país porque son de su propiedad y “Venezuela debe entregarle todas de inmediato”, recibieron respuesta contundente del pueblo y autoridades.
El Gobierno bolivariano a través de la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, denunció que el presidente de Estados Unidos “pretende imponer, de manera absolutamente irracional, un supuesto bloqueo militar naval a Venezuela con el objetivo de robarse las riquezas que pertenecen a nuestra patria”.
Rodríguez subrayó que en pleno ejercicio del Derecho Internacional que los ampara, de la Constitución y leyes de la República, Venezuela “ratifica su soberanía sobre todas sus riquezas naturales, así como el derecho a la libre navegación, al libre comercio en el mar Caribe y en los océanos del mundo”.
También desde el 80 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, el representante permanente venezolano ante ese órgano, Samuel Moncada, denunció que Trump pretende regresar el reloj de la historia 200 años para imponer una colonia en su país.
Moncada manifestó que con esa declaración no existe un instrumento jurídico que quede en pie frente a esta “monstruosa declaración”.
“Se trata, aseveró, de una grotesca violatoria de todas las normas civilizatorias”, al intentar Estados Unidos imponer el caos y la destrucción en las relaciones internacionales del “mismo modo en que lo hicieron los actores malignos previo a la II Guerra Mundial”.

A tenor con esta declaración y la denuncia formal, ante el grave uso de la fuerza, secuestro y piratería por Estados Unidos de un barco privado que transportaba petróleo venezolano al mercado internacional el pasado de 10 de diciembre, el embajador entregó una carta al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Samuel Zbogar.
A esto se añadió, la solicitud por Caracas de convocar a una reunión urgente de ese organismo para discutir la agresión de Estados Unidos contra el país y se adopten medidas para restituir la legalidad internacional, que según los trascendidos deberá efectuarse el 23 de diciembre.
El presidente Nicolás Maduro, por su parte, alertó al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, sobre la escalada de amenazas contra Venezuela y sus graves implicaciones para la paz regional.

Maduro expresó que las expresiones de Trump, de abierto carácter colonial, fueron secundadas por el alto funcionario estadounidense Stephen Miller, quien aseguró que la industria petrolera venezolana también les pertenecía.
Subrayó que tales declaraciones “deben ser rechazadas categóricamente por el sistema de Naciones Unidas, por constituir una amenaza directa a la soberanía, al derecho internacional y a la paz.
Guterres reafirmó su compromiso con el derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas y manifestó su solidaridad con el pueblo venezolano, destacando la necesidad de evitar cualquier escalada o confrontación.
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