Defendiendo los colores del Alpecin-Deceuninck, Van der Poel impuso un ritmo incansable desde la primera vuelta y convirtió la carrera en un monólogo de potencia, técnica y sangre fría, para cruzar la meta en solitario con tiempo de 1:01:24 horas.
El trazado, rápido y exigente, castigó sin piedad a los perseguidores con bancos de arena, escaleras y rampas demoledoras, bajo una tarde fría y nublada que acentuó el carácter épico del duelo sobre el barro flamenco.
Detrás del campeón del mundo, el belga Laurens Sweeck resistió para asegurar la segunda plaza a 24 segundos, mientras su compatriota Emiel Verstrynge completó el podio a 33, en una jornada donde Amberes volvió a rendirse ante la jerarquía del neerlandés.
Con esta actuación, Van der Poel sumó su segunda victoria de la temporada en el certamen y confirmó su autoridad absoluta antes de que la Copa del Mundo se traslade mañana a Koksijde, una de sus pruebas más icónicas, marcada por largos tramos de arena junto al Mar del Norte, donde cada pedalada será decisiva.
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