El sorpresivo anuncio esta semana de la republicana, una estrella en ascenso del partido, abrió más una interrogante, aunque ella esgrimió razones familiares y el alto costo de unas primarias que quizás no le favorecieran.
Stefanik escribió en la red social X que mientras pasaba tiempo valioso con su familia durante estas fiestas navideñas, tomó “la decisión de suspender mi campaña para gobernadora y no buscaré la reelección al Congreso”, al que, dijo, no fue “a la ligera”.
Consideró que “no es un uso eficaz de nuestro tiempo ni de sus generosos recursos dedicar la primera mitad del próximo año a unas primarias republicanas innecesarias y prolongadas, especialmente en un estado tan complejo como Nueva York”.
Stefanik, identificada en el Congreso como una de las defensoras más acérrimas de Trump, lanzó oficialmente su candidatura a la gobernación de Nueva York el mes pasado.
El portavoz de la campaña de la actual gobernadora demócrata Kathy Hochul, Ryan Radulovacki, sugirió en un comunicado que la republicana se percató de la realidad que enfrentaba.
“Elise Stefanik finalmente ha reconocido la realidad: si te presentas contra la gobernadora Kathy Hochul, vas a perder”, auguró.
Durante mucho tiempo fue vista como una estrella en ascenso dentro del partido e incluso llegó a presidir la Conferencia Republicana en la Cámara de Representantes.
En un inicio, Trump la eligió como su embajadora ante las Naciones Unidas, pero luego retiró su nominación ante el temor de que su salida de la cámara baja pudiese complicar la ajustada mayoría de su partido en el hemiciclo, lo cual sería un problema a la hora de votar temas claves.
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