La imagen, que mostraba a ambos funcionarios frente a un avión militar, fue acompañada del texto: «En un A400M rumbo a Ucrania».
Sin embargo, fuentes diplomáticas en Bruselas aclararon al medio que se trató de una «broma» por el cumpleaños del premier, y que no existe tal visita en la agenda.
La fotografía es de abril, durante un viaje comercial anterior. El mensaje fue un chiste de cumpleaños que se malinterpretó, explicó una fuente oficial a la agencia.
El incidente provocó reacciones inmediatas en redes sociales y medios locales, que inicialmente dieron por hecho un nuevo viaje de alto nivel.
Analistas políticos belgas consultados consideran que el episodio, aunque leve, refleja la alta sensibilidad que rodea cualquier gesto oficial hacia Kiev.
La aclaración oficial subraya que la agenda del primer ministro no incluye una visita a Ucrania en estos momentos.
El malentendido se aclaró rápidamente, pero puso de manifiesto la fina línea entre el humor informal y la comunicación de estado en la era de las redes sociales.
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