Una victoria que consolidó a la presidenta de la Comunidad Autónoma del oeste español, María Guardiola, aunque no pudo conseguir la mayoría absoluta que pretendía para gobernar en solitario.
Alcanzó 29 escaños de los 33 requeridos, con un descalabro total del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que consiguió apenas 18, un retroceso de 10 curules respecto a las anteriores elecciones.
El resultado colocó contra las cuerdas al titular del PSOE en Extremadura, Miguel Angel Gallardo, a quien exigen la renuncia, mientras la ultraderecha de Vox mejoró en seis escaños y con 11 puestos, es será clave para que Guardiola pueda formar un nuevo gobierno regional.
Tampoco hay mucha diferencia respecto a la anterior administración en la cual la presidenta de Extremadura tuvo que negociar con Vox para poder formar su ejecutivo.
La única nota positiva para la izquierda española fue el ascenso de Unidas por Extremadura, la formación que logró siete escaños.
En el tablero político nacional están la insistente presión del PP por volver al Palacio de la Moncloa y la búsqueda de más protagonismo de su socio de Vox.
Guardiola hizo la convocatoria a los comicios al no poder avanzar con los presupuestos de su administración y su deseo era revalidar el cargo con mayoría absoluta, algo que no consiguió.
Sin embargo, sí confirmó a Extremadura como termómetro de las tendencias de cara a otras convocatorias a las urnas en Comunidades Autónomas dominadas por el PP, Aragón, Castilla y León y Andalucía.
Un pulseo que anima al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a seguir en su estrategia de desgastar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la esperanza de que convoque a unas elecciones generales anticipadas el próximo 2026.
De momento Sánchez se limitó a hacer dos anuncios, el nombramiento de Milagros Tolón, como ministra de Educación y Deportes en sustitución de Pilar Alegría que será candidata en Aragón, y de Elma Saiz, titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en calidad también de portavoz del Gobierno.
mem/ft





