Sikder fue baleado en una casa en el área de Sonadanga cuando organizaba un mitin de trabajadores de su organización política, un incidente ocurrido cuatro días después de la muerte, debido a circunstancias similares, de Osman Hadi, quien encabezó el derrocamiento de la primera ministra Sheik Hasina en agosto de 2024 y era candidato a las elecciones de febrero de 2026.
El 12 de diciembre, Hadi fue baleado por asaltantes enmascarados cuando salía de una mezquita en la capital bangladesí y fue trasladado en avión a un hospital en Singapur para recibir tratamiento, donde sucumbió en la noche del jueves último, según la prensa local.
Al conocerse la noticia, miles de personas salieron a las calles de Dacca y otras ciudades para exigir el arresto de sus asesinos e incendiaron varios edificios, incluidos los que albergan las dos principales empresas de medios del país, The Daily Star y Prothom Alo, con personal atrapado en el interior.
Los manifestantes prometieron continuar su movimiento y exigieron justicia rápida y que se rindan cuentas por el ataque, sobre el cual aún se desconocen los responsables.
De igual modo, se conoció que un miembro de la Liga Awami, partido de la exprimera ministra Sheikh Hasina, prohibido, además, por el Gobierno de transición, falleció la víspera mientras era trasladado bajo custodia policial, según informaron las autoridades penitenciarias.
En otros hechos de violencia, una turba asesinó a un joven hindú debido al creciente discurso de odio de autoridades bangladesíes contra India, lo que provocó nuevas manifestaciones de denuncias sobre la inacción del gobierno para detener la violencia, los asesinatos y la persecución de las comunidades minoritarias.
Representantes de esos grupos consideraron que esa situación se debe a la falta de investigaciones adecuadas y de justicia.
Esta situación también ha provocado una profundización de la crisis diplomática entre India y Bangladesh.
mem/lrd





