En medio de una expectativa generalizada por la escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, reforzada con los atracos a buques petroleros cerca de las costas de la nación sudamericana, el mandatario republicano se centró en hablar sobre los barcos «Clase Trump».
El ocupante del Despacho Oval los describió los navíos de combate que reemplazarán lo que denominó una flota “vieja, cansada y obsoleta”.
Según opinó, esos buques “van a ayudar a mantener la supremacía militar de Estados Unidos, a revivir la industria de construcción naval nacional y a infundir temor en los enemigos de nuestro país en todo el mundo”.
Desde su residencia de Mar-a-Lago, junto al secretario de Defensa Pete Hegseth, el de Estado Marco Rubio y el de la Marina, Hohn Phelan, Trump enfatizó: «Cada uno de estos será el acorazado más grande en la historia de nuestro país, el acorazado más grande en la historia del mundo, jamás construido».
«Como comandante en jefe, es un gran honor para mí anunciar que he aprobado un plan para que la Armada comience la construcción de dos acorazados completamente nuevos, muy grandes, los más grandes que jamás hayamos construido», dijo.
En fin, que Trump consideró que «nunca ha habido nada como estos barcos» y que Estados Unidos los necesita «desesperadamente».
La administración Trump está tratando de resolver deficiencias en la construcción naval estadounidense, que se arrastran desde gobiernos anteriores, así como fortalecer la cadena de suministro de la industria naval de Estados Unidos.
Phelan informó la semana pasada planes para construir una nueva clase de buque de guerra como parte de la «Flota Dorada» del presidente. En un video que publicó en redes sociales comentó que el objetivo para la nueva clase de fragatas es que fueran con diseño estadounidense y de fabricación nacional. Se espera que el primer barco esté listo para 2028.
El anuncio de este lunes ocurrió en un momento en el que la administración Trump reforzó su presencia naval en la región del Caribe con el pretexto de la lucha contra las drogas.
Partidas de golf y eventos oficiales se combinan por estos días para el presidente Trump, quien pasará las fiestas navideñas en Mar-a-Lago.
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