Un comunicado divulgado este miércoles por la oficina de prensa de esa institución mundial dio a conocer que, según la encuesta Datos en Emergencias (DIEM), el 90,0 por ciento de las familias agrícolas de esa región enfrentan una severa disminución de la producción y las ventas de cultivos y ganado, producto de esos ataques.
Rein Paulsen, director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO, señaló que los resultados de ese estudio, el segundo efectuado en Cisjordania este año “las familias agrícolas necesitan urgentemente ayuda, tanto en efectivo como en especie, para mitigar los efectos de la violencia generalizada de los colonos”.
Esas acciones provocan “la profundización de la crisis económica y la pérdida casi generalizada de ingresos” de los palestinos en esa zona, aseveró el alto funcionario.
El informe precisa que de las aproximadamente 700 000 familias que viven en Cisjordania, unas 115 000 dependen de la agricultura para su sustento, lo que convierte a este sector en un elemento fundamental para la seguridad alimentaria y los ingresos.
La encuesta puso de relieve la creciente presión que enfrentan, y mostró que nueve de cada diez familias agrícolas sufrieron recientemente al menos una crisis aguda, víctimas de los ataques de Israel, la violencia de los colonos, el aumento del costo de la vida y la pérdida de empleos.
Antes de octubre de 2023, laboraban en Israel o en asentamientos israelíes el 41,0 por ciento de los integrantes de unas mil 500 familias que participaron en este sondeo, y el 91,0 por ciento de los mismos perdieron sus empleos tras el estallido del conflicto, mientras menos de la mitad encontraron desde entonces un trabajo alternativo.
La agricultura sigue siendo una de las vías más efectivas para que las familias consigan alimentos e ingresos, pero en la encuesta estas reportaron problemas por el acceso limitado al agua, restricciones de movimiento y de acceso a las tierras, falta de insumos agrícolas, así como por los altos costos del combustible y el transporte.
La recuperación de ese sector en Cisjordania depende en gran medida del respaldo que se brinde a los agricultores y pastores afectados por el conflicto, para que reciban un apoyo agrícola de emergencia oportuno, que les permita mejorar su capacidad productiva y restaurar la producción, apunta el análisis.
“Es fundamental garantizar el acceso humanitario sin trabas, para lograr que la asistencia llegue a las familias sin demora, y es esencial contar con fondos suficientes para evitar que las familias se hundan aún más en la crisis”, agregó Paulsen.
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