Con este resultado, el crecimiento económico acumulado al tercer trimestre se ubicó en 4,9 por ciento, mientras el promedio anual preliminar alcanzó 4,5, consolidando una trayectoria de expansión que posiciona a Nicaragua entre las economías más dinámicas de Centroamérica, señaló el Boletín Informe Pastrán.

Según el texto oficial, en términos desestacionalizados el PIB avanzó 1,5 por ciento respecto al segundo trimestre del año, en tanto la serie de tendencia-ciclo reflejó un sólido crecimiento interanual de 6,1 por ciento y un promedio anual de 4,0.

El BCN destacó que estos indicadores evidencian no solo un repunte coyuntural, sino una tendencia subyacente de recuperación sostenida, impulsada principalmente por factores internos, en un contexto internacional aún marcado por la incertidumbre.

Desde el enfoque de la producción, el mayor impulso provino del sector construcción, que registró un aumento de 28,2 por ciento, asociado al dinamismo de la infraestructura vial, portuaria y urbana durante el año.

También sobresalieron la explotación de minas y canteras, con un crecimiento de 25,1 por ciento, favorecida por precios internacionales y mayores niveles de extracción; el comercio, con 11,3 por ciento, impulsado por el consumo interno y la recuperación del turismo; y hoteles y restaurantes, con 9,0 por ciento, como reflejo de la expansión de esa actividad.

Otros sectores que mostraron resultados positivos fueron el pecuario (5,6 por ciento), el suministro de agua (5,5), transporte y comunicaciones (5,1) y la industria manufacturera (5,1).

Análisis citados por la publicación señalan el crecimiento del 6,8 por ciento refleja un modelo económico orientado al crecimiento inclusivo y a la modernización productiva, en un entorno regional donde pocas economías alcanzan ritmos similares.

Añadió que el comportamiento del cuarto trimestre será determinante para confirmar que 2025 se consolide como un año histórico de expansión económica para Nicaragua.

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