A unos seis meses del pitazo inicial los sentimientos y aspiraciones no dejan de estar marcados por una Eliminatoria con luces, pero indudables sombras bajo la conducción del argentino Marcelo Bielsa.

Por ello las expectativas suman ilusión, cautela y escepticismo, dicen los resultados de una encuesta realizada este mes por la firma Equipos Consultores.

Casi uno de cada cuatro uruguayos cree que la selección puede consagrarse campeona del mundo, un tercer lauro para un país con apenas 3,5 millones de habitantes.

Sin embargo, en la otra esquina una proporción no menor se decanta por la eliminación temprana de la celeste, incluso en fase de grupos.

El nivel de confianza actual es más bajo que en las previas de los últimos Mundiales.

La expectativa de colarse entre los cuatro mejores alcanzó su punto máximo antes de Rusia 2018, cuando más de la mitad de la población lo veía como un objetivo probable.

Esa percepción cayó para Catar 2022 y hoy se ubica aún por debajo. Pero la historia dice que aspiraciones menores no condenan los resultados.

En 2010 la confianza de la afición era particularmente baja, sin embargo ese año en Sudáfrica la charrúa tuvo su mejor desempeño en este siglo.

El optimismo tampoco se distribuye de forma pareja, dice los datos de la encuestadora.

Las mujeres y las personas que viven en el interior del país muestran niveles significativamente más altos de confianza en que el equipo nacional se consagre o quede entre los cuatro primeros.

Entre los favoritos para los uruguayos están España y Argentina por delante. Luego siguen Brasil y Francia; y si de sorpresa se tratan tienen en mente a Portugal.

Otra medición consigna que el director técnico no consigue consenso entre los hinchas.

La gestión de Bielsa despierta juicios divididos y las opiniones críticas superan levemente a las positivas.

No obstante, de aquí a junio las percepciones pueden cambiar, sobre todo para un deporte que es pasión nacional y ha puesto al pequeño Uruguay entre los grandes del fútbol mundial.

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