La agrupación anda partida en dos facciones y las tensiones internas provocaron la renuncia de su presidente Juan Pablo Baeza.
La crisis se acompaña por acusaciones entre integrantes del directorio y afiliados de ambos bandos.
El partido fue presentado públicamente en junio de este año con saludos de referentes del oficialismo argentino, entre ellos la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Tres meses después, la Corte Electoral aceptó las firmas necesarias para su inscripción, habilitándolo a competir en las próximas elecciones nacionales.
Sin embargo, el proceso estuvo marcado por disputas internas que se profundizaron con el correr de los meses y forman nubarrones sobre el futuro de la organización política de derecha.
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