El director de Emergencias del Ministerio de Salud sirio, Najib al-Naasan, declaró a la agencia oficial SANA que el balance preliminar es de ocho muertos y 18 heridos, y precisó que los heridos fueron trasladados a hospitales cercanos para recibir atención médica.

De acuerdo con una fuente de seguridad, las investigaciones iniciales indican que la explosión fue provocada por artefactos explosivos improvisados colocados en el interior de la mezquita.

Tras el atentado, unidades de seguridad interna acudieron de inmediato al lugar, acordonaron la zona e iniciaron las investigaciones correspondientes, junto con la recopilación de pruebas para identificar y detener a los responsables de este acto criminal.

Por su parte, los equipos de defensa civil participaron en el rescate de los heridos, la recuperación de los cuerpos de las víctimas y la remoción de escombros, mientras continúan las labores para restablecer la seguridad en el área.

En reacción al ataque, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados de Siria condenó enérgicamente el atentado terrorista perpetrado durante la oración del viernes, que causó la muerte y heridas a varios civiles inocentes.

En un comunicado oficial, la Cancillería afirmó que este acto cobarde y criminal constituye una flagrante violación de los valores humanos y morales, y se inscribe en los reiterados intentos por socavar la seguridad y la estabilidad del país y sembrar el caos entre la población.

El Ministerio reiteró la postura firme e inquebrantable de Siria en la lucha contra el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, y subrayó que estos crímenes no disuadirán al Estado de continuar sus esfuerzos para consolidar la seguridad, proteger a la ciudadanía y llevar ante la justicia a los responsables.

La Cancillería reafirmó finalmente que Siria seguirá enfrentando con determinación cualquier amenaza terrorista, en defensa de la estabilidad nacional y la seguridad del pueblo sirio.

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